PLÁTICA CON EL NARCO

E: Buenos días señor. Muchas gracias por aceptar esta entrevista.
N: No hay problema joven, dígame, ¿qué quiere saber?
E: Usted es narco, es uno de los líderes del cartel, la verdad es que como está mi país, tanta violencia, quisiera saber y preguntarle muchas cosas.
N: Pues dígame que estoy para contestarle.
E: ¿Qué lo llevó a dedicarse a este negocio?
N: Pues el papelito verde, había que darle de comer a la familia y pues aquí se gana bien y rápido. Eso sí, hay muchos riesgos, pero para eso tu pagas a tu gente, para que te sirvan bien, que te mantengan bien informado y protegido.
E: Al decir “tu gente”, se refiere a sus sicarios, guardias y demás, ¿cierto?
N: Claro mijo, a toda mi gente que me quiere y que me respeta, a veces hasta la que me teme, porque en este negocio así es. La gente te puede temer, respetar o querer, pero debes de dejarles claro quién es el que está arriba y porque. El miedo se logra, el respeto se gana y el amor se tiene, así es y debe ser.
E: Usted sabe la situación del país, sabe que hay una guerra entre carteles, el gobierno trata de intervenir, pero sólo ha hecho más evidente la violencia. Ustedes como carteles fabrican la droga, la distribuyen o transportan y la venden. La principal causante de la violencia es la pelea por las plazas. Como cárteles, ¿no han intentado llegar a un acuerdo?, ¿existe el honor entre líderes del narco?
N: Mire joven, usted es joven (risas)…, es joven para entender que tan complicado es eso del honor. El honor llega hasta donde los intereses propios o de los tuyos comienzan, y así es igual con el respeto y todo ese tipo de cuestiones morales. Si mis plazas comienzan a darme menos ganancias, yo tengo que ver por donde más puedo recuperar esas pérdidas y si eso significa tener que meterme en otros “mercados”, pues así tiene que ser, es ahí donde entramos en conflicto.
E: Sabe que mucha de su gente muere a diario, otra es encarcelada, otra eligen irse al otro bando, otra deserta y así va perdiendo gente. ¿Esto le preocupa de alguna forma?
N: Me ocupa más que nada, uno que se va para otro bando sabe que ya está muerto, a los que matan pues ni que decir, ellos al entrar saben el riesgo que corren, los que quieren salirse deben saber que no es así de fácil, uno se compromete de por vida y tiene que ser hombre para sostenerlo, al que encarcelan sabe que aquí y en cualquier parte del mundo, los que cantan terminan bajo tierra, la traición es una sentencia de muerte. Todo lo anterior, uno como líder debe de hacerlo saber y llevarlo a cabo, sólo así se gana el respeto, sólo así la gente te ve para arriba.
E: He escuchado de diversas fuentes en internet, gente que los describe a ustedes los líderes del narco con una gran calidad humana, dan donativos, hacen caridad, patrocinan campañas electorales, hacen favores. ¿Por qué por un lado ayudan al pueblo y por otro lo envenenan? No estoy juzgándolo, es sólo que, si yo pudiera ayudar a mi país, a mi gente de alguna forma, no lo haría de esa manera.
N: Ahí es donde entra el criterio de cada quien joven, usted ha estudiado, usted es diferente, sabe que el mundo es muy grande y que hay un sinfín de posibilidades. A la gente que ayudo le doy lo que me piden. Si piden pan, les doy pan, si piden techo, les doy techo. Esta gente solo quiere lo básico, lo necesario, es ahí donde entra mi bondad.
Continuará…