¿EN DÓNDE NOS QUEDAMOS?

Es normal que como mexicano creas que la presidencia acaba de ser vendida o robada, no soy quien para decir que la verdad, eso ha pasado, pero si mi derecho por excelencia es el de poder expresarme, diré que prefiero no perder el tiempo en dimes y diretes.
He escuchado tanto en tan pocos meses, mi cabeza procesa toda la información tratando de tener una opinión objetiva, pues la razón y la lógica siempre deben de anteponerse por sobre todo, incluso en las decisiones difíciles.
Ahora bien, entre izquierdas y derechas, no acabamos de comprender el verdadero significado de la democracia. Sabemos como buenos mexicanos que el país está partido en tres y sin embargo, realmente estamos desmoronados, el campo comienza a ser abandonado, nuestra tierra tan rica en nutrientes y tan noble que al sembrar nos regresa todo multiplicado, esa tierra, está siendo abandonada y menospreciada. Los jóvenes prefieren vivir 5 lujosos años en el narcotráfico que una vida entera de pobreza, ya hasta para irse al otro lado del río lo piensan dos veces, gringolandia no es más la tierra prometida. En otra parte de este grandioso pueblo, estamos los que somos pero no somos, con algunas carencias de la clase pobre y muchas necesidades inventadas de la clase burguesa, comiendo frijoles y huevo, apenas con un kilogramo de tortillas, pero viendo la tele en la nueva pantalla plana que se puso a nuestro alcance en "el buen fin", tan tristes y tan felices, creo yo, que nunca logramos despejar nuestra vida de los matices que confunden el dinero con la felicidad y viceversa. Una clase viciada donde creemos poder ser alguien solo por sobresalir económicamente de los demás, mientras que otros creen saber como funciona el mundo por hacer tratos turbios, those are just business, mientras arriba solo puedes crecer tanto como el puño del jefe se afloje. Por último los de arriba, que creen tener otro tipo de vida debido a la ceguera producida por el brillo de sus "falsos bienes", sin saber que defecan quizá más que los que estamos abajo, sin pensar en nada más que en sus fiestas y reventones de niños junior, todo patrocinado por "papito" que nunca sale de su oficina, tratando de ganarle a la crisis, vendiendo su país por partes al mejor postor, cuyo único tiempo libre lo tira por el retrete entre orgasmos fingidos y comprados, drogas para evitar la depresión de tener todo y a la vez nada, mientras su mujer ha dejado de amarlo y busca consuelo en los brazos del primer joven atlético que cruce por su camino de gimnasios costosos y boutiques que prometen todo el glamour del mundo para creer que se han casado con el deportista de moda o simplemente para tener un "status" en esta deprimida sociedad.

¿Guerra de clases?, no, más bien pérdida del sentido de la vida.
¿En dónde nos quedamos?, más bien ¿dónde estamos, de donde venimos y hacia donde vamos?

PERO, HERMANO MEXICANO, NO ESTÉS TRISTE, ESTO NO SÓLO ES AQUÍ, ESTO PASA EN TODO EL MUNDO, INMUNDO.

Disfruta de tí, de tu familia, de tus amigos, de tus amantes, de todo lo que durante el día te robe una sonrisa.